La alimentación debe ir variando según nuestro crecimiento, no es lo mismo comer unas papas fritas a los 20 que a los 40 y nuestro cuerpo nos lo hace saber.
Los órganos envejecen a la par que cumplimos años, el cuidado y ser conscientes de lo que comemos será sinónimo de una vejez saludable. Si una noche salimos a cenar y tomamos una copa de más, enseguida notarás que al otro día tienes la resaca, ya que la resistencia a esta edad comienza a cambiar.
A una determinada edad tendremos que comenzar a minimizar la sal y el azúcar, y complementar con ejercicio y sueño de calidad.
Es hora de una dieta rica en alimentos orgánicos y frescos para mantener tu cuerpo y estar menos propenso a enfermedades. La curación la tienes al alcance de tu mano, solo es cuestión de ingerir alimentos de calidad.
Rebozados
Cualquier alimento que pasa por aceite para su cocción hay que dejarlo de inmediato, las altas temperaturas transforman los aceites en grasas trans, con lo cual se saturan las arterias. El alto contenido calórico de estos alimentos lleva a una ganancia de peso, lo que incrementa el riesgo de padecer enfermedades y problemas hormonales. Es mucho más sano hervir o cocinar al horno los alimentos.
Morcilla, chorizo y longaniza
Si comenzaste a sentir la inflamación articular de la artritis debes evitar estos alimentos ya que las grasas saturadas que contienen incrementan la inflamación. También son malos para la hipertensión y contribuyen a padecer enfermedades cardiovasculares.
Alcohol
El alcohol no solo acelera el envejecimiento sino que un constante consumo puede dañar el hígado y desencadenar una osteoporosis. Notarás en tu piel los estragos de éste porque se ve deshidratada y con más arrugas.
Galletitas
Las galletas de paquete contienen niveles altísimos de azúcar, sumado a los colorantes y los conservantes con los que están hechas. La ingesta excesiva de galletas resulta en el cambio de membranas celulares, arterias y hasta en las hormonas.
Gaseosas sin azúcar
Estos productos son dañinos para la salud debido a que lo que utilizan en reemplazo es peor que el azúcar misma. Mucho mejor es tomar solo agua o jugos naturales, es la mejor forma de purificar el organismo.
Sal en exceso
Cuando consumimos demasiada sal, le robamos a nuestro organismo un poco de calcio cada día, hasta que los huesos quedan demasiado débiles y se fracturan con facilidad. Su consumo en cantidades elevadas se traduce en un aumento de la presión sanguínea, que de forma natural se ve incrementada con la reducción de la elasticidad de las arterias al envejecer. Evita comer demasiados alimentos en conservas, enlatados y procesados pues contienen muchísima sal.
Sopa enlatada
Cualquier sopa comprada es sinónimo de cantidades gigantes de sodio, demasiado para que el organismo pueda filtrar. El consumo seguido de estas pseudo sopas trae problemas de hipertensión y grandes posibilidades de problemas cardiovasculares.
Picante
El picante tiene altos niveles de sodio influyendo en nuestra presión y en los huesos. Si comienzas a padecer del estómago y de reflujo, saca el picante de tu dieta.
Cuéntanos: ¿Qué hábitos has cambiado desde que cumpliste 40 años?
Fuente: Positivomundo